DON GELMINO JOSÉ
MARTINI:
Nació el 17 de
marzo de 1898, en el pueblo de Ciconico, provincia de Udine, Nación Italia.
Hijo de padres
campesinos, Don Bonifacio Martini y Doña María Bértoli...
Participó de la 1ª
Guerra Mundial en el año 1.914 defendiendo los intereses de su país, Italia.
El 6 de abril de
1.922 terminada la Guerra
recibió la medalla recordatoria de la Victoria. Se casó en Italia con Doña Valdina
Zampa con la cual tuvo su primogénito Enzo José Martini, el día 29 de enero de
1.924.
Después emigró de
Italia con destino a la
Argentina acompañado de 2 hermanos, una prima, su esposa
embarazada y su hijo de 2 años, todos de nacionalidad italiana.
Llegando a
Montevideo, en la
República Oriental del Uruguay, muere su esposa junto a su
hijo que estaba gestándose en su vientre casi de 9 meses. Era el mes de febrero
de 1.926.
Don Gelmino
Martini tuvo que inhumar los restos de su esposa e hijo en el cementerio de
tierra uruguaya, donde descansan en paz. Luego de tan penosa pérdida, tienen
que seguir su rumbo, pues el barco que los traía tenía un destino: Argentina y
llegaron al puerto del Río de la
Plata, Buenos Aires, el 24 de abril de 1.926.
Luego de una breve
estadía en suelo Argentino, entra en la búsqueda de trabajo, pues lo necesitaba
ya que había quedado con un menor a cargo, el “Bambino” Enzo José Martini; que
Dios le concedió la misión de criarlo.
Ya en Buenos
Aires, con alegría y suerte consigue trabajo en un fábrica textil “Brassera
S.A.” Pasado un tiempo largo la abuela materna reclama a Enzo, su nieto, desde
Italia, ya que era lo único que le quedaba de su única hija mujer; y lo lleva a
Italia para que se reúna con su abuela a la edad de 5 años, a fines de 1.928.
Su hijo vuelve de
nuevo a la Argentina
a los 18 años, luego de participar de la Segunda Guerra
Mundial como piloto voluntario de la aviación con solo 16 años.
Don Gelmino
Martini, después de haber trabajado en la fábrica textil “Brassera S.A.”, por
intermedio de un amigo de su Italia natal que residía en Buenos Aires, lo
recomienda a la Usina
de la Compañía
de Energía Eléctrica Suiza en la
Argentina, como maquinista y encargado del mantenimiento de
los generadores en Buenos Aires.
Llegando el año
1.932, lo trasladan a Añatuya en la provincia de Santiago del Estero a la
sucursal de la compañía Suizo-Argentina.
Ya radicado en
Añatuya, conoce a varios “Tanos” de su pago, de su lejana Italia, él fue
siempre italiano, nunca quiso nacionalizarse argentino.
Comenzando el año
1.933, conoce a una linda y rubia señorita de 18 años, hija del matrimonio
Jovani Giusepe Cerutti y Doña Emiliana More, hija de padre italiano también
inmigrante a esta bendita tierra Argentina.
De 3 hijos, ella
la segunda Doña Magdalena Cerutti, distinguida dama añatuyense con la cual
contrajo enlace en segundas nupcias el 16 de septiembre de 1.933, en la Parroquia San José,
primera de la ciudad de Añatuya.
Luego el
matrimonio Martini Cerutti fue bendecido con 4 hijos: 3 mujeres y un varón:
Nohemí, Geraldina, Gelmino José y María Estela.
Pasó un año de su
enlace matrimonial en Añatuya, ya en el año 1.934, los hermanos José y Pedro
Gelid, lo visitan en Añatuya, haciéndole una propuesta de trabajo, para la
usina de energía eléctrica recientemente inaugurada en Quimilí. Don Gelmino
Martini acepta la propuesta de la firma Gelid Hermanos y viene al Pueblo de
Quimilí a mediado del año 1.934 radicándose definitivamente en este suelo del
Chaco Santiagueño.
Trabajó mucho
tiempo en la usina a cargo de los motores “Russon”, dos, instalados en la usina
local.
Contaba a sus
hijos Don Gelmino que los hermanos Gelid los habían bautizado con el nombre de
sus respectivas hijas: Itela de Don Pedro e Inés de Don José.
Allá por el año
1.934-35 compra terrenos para hacer su futura casa sobre avenida San Martín, Sarmiento
y Bulevar Mitre donde posteriormente residió el resto de su vida que lo ligó a
Quimilí. Sobre la Avenida
San Martín 361, todavía se conserva el edificio alto de
arquitectura antigua denominada “Villa Noemí”, allí se criaron y crecieron sus
4 hijos y aún en la actualidad vive su hija menor María Estela quien también
allí terminó de criar a sus hijos.
La construcción de
la casa se terminó en noviembre de 1.936, el albañil fue Don Santiago Tosoni,
erguido italiano, los ladrillos que se utilizaron eran de la ladrillería de Don
Andrés Rebollo, los que tenían sus iniciales “AR”
En el año 1.936-37
compra las propiedades de la calle Sarmiento con la siguiente numeración
283-290-296-298 donde el Señor Gelmino Martini instala su sodería, que la llamó
“La Higiénica”
con venta de bebidas sin alcohol fabricada por el mismo, la “Naranja Bils” y la
conocida por aquel entonces “La
Chinchivira”; la sodería fue inaugurada en 1.938.
Después de haber
trabajado en la usina de los Gelid, se dedicó a los ramos generales, almacén,
sodería y la venta de gaseosas producidas por Él mismo, para lo cual traía
desde la provincia de Tucumán los productos concentrados de pulpa de naranja,
de la firma Saporitti Hermanos.
Fue la segunda
sodería, pues la primera fue de Saturio San Martín, la tercera de Don Román
Larrudé y la Cuarta
de Don Salvador Dorado, ya todos fallecidos. También fue propietario de una
pequeña industria, una fábrica de hielo, montada con dos cámaras frigoríficas
donde producía barras de hielo en moldes de 50, 25 y 10 kilogramos, con su
imponente torre anclada en el patio de su domicilio con entrada por calle
Sarmiento y salida por la
Avenida San Martín.
Por razones de
salud, económicas entre otras... Se fundió la fábrica y se derritió el hielo.
La sodería “La Higiénica”
dio sus frutos hasta el año 1.965, ya que la enfermedad sufrida por Don Gelmino
(Hipertenso) lo dejó postrado, inválido y no se pudo seguir. Hoy su máquina de
soda se conserva en el patio de la misma casona en la que hoy vive su Hija
María Estela Martini, “La
Gringa”, como un monumento al héroe italiano que se convirtió
en sodero, oficio que le permitió dar amparo y bienestar a toda su familia y
generaciones venideras por mucho tiempo.
Don Gelmino
Martini fallece el 12 de agosto de 1.977 en Quimilí, Santiago del Estero.
Este año se cumple
31 años de su partida al Reino de los Cielos de quien fue un italiano
agradecido de la
Tierra Argentina que tanto amó.
Por María Estela Martini.