Estamos en crisis, no es ninguna novedad en nuestro amado país. Estamos pagando las consecuencias de demasiados años de mentiras, desidias, negligencias, atropellos, saqueos (afanos), CORRUPCIÓN... pero parece que no es suficiente, siempre hay una paliza más que soportar.
Ahora están tirando la plata que no tenemos en estrategias absurdas para la campaña electoral. Están malgastando múltiples miles de millones de pesos en basura propagandista que ya nadie cree y que termina perdiéndose en la nada, ensuciando el espacio público o tirada en la calle.
Si el dinero que se malgasta, fuera el propio de cada candidato, no habría demasiado inconveniente, más allá de la mugre que dejan. La cuestión es que el dinero que tiran es el dinero del estado, es decir el dinero que no se invierte en salud, que no se invierte en educación, que no se invierte en seguridad, que no se invierte en caminos, que no se invierte en el pregonado bien común.
Lo voy a decir en santiagueño: "iá está... dejen de tratarnos como pelotudos; dejen de choriarnos en la cara y dejemos de elegir a ineptos y/o corruptos"...
Tenemos un país naravilloso, no lo sigamos entregando a estos delincuentes organizados.