Publicado el 28/04/2015 por El Liberal-
El sacerdote de los escolapios José Alfaro, de pródiga obra en la ciudad de Quimilí entre las décadas del 80 y el 90, fue sorprendido por el terrible y letal terremoto de Nepal apenas a 60 kilómetros de distancia de Katmandú, la capital de aquel país, famoso por tener el monte más alto del planeta, el Himalaya, conocido también como "el techo del mundo". Milagrosamente, este misionero trotamundos se salvó del devastador sismo y ya se encontraba en viaje desde aquella recóndita región montañosa hacia su España natal, donde no tiene previsto para nada descansar, ya que por ser la educación el carisma de su congregación y trabajar en lugares donde está todo por hacer es su pasión, solicita ayuda a todos quienes pueden para construir escuelas en aquellos lares. Entre la India y Nepal lleva levantadas 26 escuelas desde que se fue. Al momento del sismo, el sacerdote se hallaba justamente en una de las escuelas que él mismo ayudó a construir. Tras sufrir las sacudidas del primer sismo, Alfaro emprendió el camino hacia la capital. Su hermano, Jesús Alfaro, residente en Logroño, no sabe cómo consiguió cubrir esa distancia: "Normalmente lo hace a pie y en autobús, pero imagino que los caminos estarán destrozados". Finalmente, el padre Alfaro pudo comunicarse con su familia en La Rioja de España para tranquilizarlos: se encontraba sano y salvo en Katmandú, en el hogar que lo

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