Tenía 11 años, el 31 de mayo de 2016 en horas de la siesta - en Quimilí (Sgo. del Estero) - luego de dar
de comer a mis pajaritos, salí en mi bicicleta a pescar, sin saber que
nunca más regresaría a mi casa junto a
mi familia.
Al llegar a la represa me raptaron, no puedo expresarles el miedo que invadía mi alma; luego me violaron, torturaron, cortaron mis piernas, me decapitaron y, lo poco que quedaba de mi cuerpito, lo dejaron en un basural.
El 2 de junio me encontraron. Hoy, a casi dos años de tan enorme crueldad, mi crimen sigue impune; aún no hay culpables por todo lo que me hicieron.
Lo cuento YO porque MARITO AGUSTÍN SALTO no puede hacerlo. JUSTICIA POR MARITO 😇
#CUENTALO
Fuente: Marta Salto
Al llegar a la represa me raptaron, no puedo expresarles el miedo que invadía mi alma; luego me violaron, torturaron, cortaron mis piernas, me decapitaron y, lo poco que quedaba de mi cuerpito, lo dejaron en un basural.
El 2 de junio me encontraron. Hoy, a casi dos años de tan enorme crueldad, mi crimen sigue impune; aún no hay culpables por todo lo que me hicieron.
Lo cuento YO porque MARITO AGUSTÍN SALTO no puede hacerlo. JUSTICIA POR MARITO 😇
#CUENTALO
Fuente: Marta Salto
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