Latidos del Interior Radio

jueves, 27 de julio de 2017

Cada quien sabrá qué hacer con su conciencia y con su voto...

He votado muchas veces a diferentes candidatos en los que confiaba, incluso he apoyado abiertamente a algunos de ellos. De aquellos, pocos, que voté y alcanzaron el cargo deseado, todos, absolutamente todos, me defraudaron -algunos por ineptitud o cobardía a la hora de decidir y otros porque eligieron el camino de la corrupción para enriquecerse o enriquecer a unos pocos y se olvidaron de las promesas de bien común que tanto pregonaron-.
Esto fue una constante en mi vida de elector, lo que me llevó a reflexionar sobre cuál es mi responsabilidad cuando un gobernante, en el cual había confiado y apoyado, no desarrolla con entereza, responsabilidad y honestidad su mandato.
La respuesta que me doy es contundente: "Mi responsabilidad está en quitarle mi confianza y apoyo; hacerle saber que no hizo las cosas correctamente y no acompañarlo más con mi voto... porque si lo voto nuevamente, sabiendo que no cumplió con sus promesas; que desarrolló un gobierno corrupto y excluyente, en el cual se favoreció a unos pocos y postergó al pueblo... me convierto en cómplice y esa actitud me hace tan delincuente como los funcionaros corruptos en cuestión.
Esto se aplica a nivel comisional, municipal, provincial o nacional. Si apoyamos a uno o más candidatos sabiendo que son corruptos, somos tan corruptos como ellos, por más que argumentemos que los votamos para conservar un cargo, una pensión o cualquier beneficio mal logrado.
Por si no se entiende el mensaje: "Votar a quienes nos gobernaron con un nivel inusitado de corrupción en estos últimos 12 años, es seguir fomentando la postergación personal y social de los santiagueños y seguir favoreciendo a un puñado de delincuentes que se creen eternos y omnipotentes".
En definitiva, cada quien sabrá qué hacer con su conciencia y con su voto...

viernes, 21 de julio de 2017

No fue un feliz cumpleaños, Quimilí

Hace varios días que intento decir "Feliz Cumpleaños Pueblo Amado", pero honestamente no me sale. Si bien sé, desde lo más profundo de mi ser, que es una sincera expresión de deseo, no me sale igual. Porque definitivamente no es un cumpleaños feliz. Por más que nos maquillemos de fiesta, que hagamos ruidos de fiesta, que hagamos una fiesta, nunca será una fiesta real.
En Quimilí se respira miedo, se respira dolor, se respira inseguridad, se respira angustia, se respira complicidad, se respira crueldad, SE RESPIRA INJUSTICIA.
En Quimilí nos Mataron a un hijo de la manera más aberrante posible y la impunidad es la que reina. En Quimilí nos arrebataron la paz, y hasta que no se descubra la verdad y se ponga entre las rejas a los asesinos y cómplices, nunca volveremos a tener un verdadero cumpleaños feliz.
Imploro a Dios por verdad, imploro a Dios por justicia, imploro a Dios para que quienes tienen la responsabilidad de gobernarnos, de cuidarnos, de impartir justicia, se pongan la camiseta de la verdad y hagan hasta lo imposible para devolvernos el sociego.
Así, quizás y sólo quizás, podremos intentar, volver a tener un cumpleaños feliz.
Justicia por Marito Agustín Salto... Justicia por "MARITO QUIMILÍ"