Latidos del Interior Radio

domingo, 17 de marzo de 2019

Infinitamente Gracias Maestras y Maestros

Ayer, en los 650km que recorrí de regreso a casa, en cinco tramos, trasladé a cinco docentes distintas que hacían "dedo" para llegar a sus escuelitas. Algunas esperaban bajo la lluvia, otras a pleno sol; todas con su pulgar en alto, apelando a la sensibilidad de los automovilistas, para ser trasladadas al lugar donde desarrollan su misión de educar... Cuando llegaban a su destino o próximo a él -porque algunas debían seguir recorriendo sendas polvorientas, monte adentro, para encontrarse con sus alumnos- todas me agradecían por el traslado, a lo que les respondía: "Gracias a Ustedes por existir... Gracias por ejercer tan noble misión con responsabilidad y sobre todo con inmenso Amor"... En el tramo final de mi viaje, con la soledad de mis pensamientos, reflexionaba sobre la importancia fundamental y vital de los maestros para nuestra sociedad, especialmente en aquellos rincones inhóspitos de la patria que son más fáciles de ignorar... Allí, donde nadie quiere estar, está la Maestra o el Maestro; allí donde nadie se anima a asumir su responsabilidad social, la asume la Maestra o el Maestro; allí donde la oscuridad de la desesperanza reina, llega la luz esperanzadora de la Maestra o el Maestro... Por todo esto y mucho más, siempre estaré agradecido a los docentes, de todos los niveles, pero especialmente a los que abrazan con sabiduría y amor a la niñez, brindándoles por completo todo su ser en pos de procurarles un mejor presente y porvenir. Infinitamente Gracias Maestras y Maestros. Dios lo bendiga y ampare siempre en Vuestra Noble Misión

Me preguntaron: y vos... ¿quién sos?

Me preguntaron: y vos... ¿quién sos? Y antes de responder... Diego Eliseo; profesor; reutilizador; verdulero; cablero; alcanza pelotas; barman; vendedor ambulante; comunicador; fotógrafo; imprentero; bohemio; entre otros... respondí "Soy un Tipo Feliz".
Y por qué sos un tipo feliz, me repreguntaron...
Porque existen las mujeres, repliqué. Ellas fueron y son las responsables de mi felicidad y de todo lo bueno, responsable, amable, educado, honesto, cariñoso, entre otras virtudes que existen en mi ser (lo malo que pueda llegar a tener es responsabilidad y pelotudez mia)...
Por todo esto no dejaré nunca de agradecer a Dios y a la vida por las mujeres que me rodearon y rodean. Gracias, infinitas gracias por ser luz, amor, ternura, fortaleza, sabiduría y todo lo bueno que existe en esta bendita tierra.
Y perdón si mi pelotudez machista les causó algún daño.
Dios las bendiga y ampare siempre... Felicidades siempre...
Gracias por hacerme "Un Tipo Muy Feliz"