Latidos del Interior Radio

miércoles, 24 de enero de 2018

Este demonio es cada vez más enorme y nos está sometiendo con su malicia sin fin.



La droga nos está ganando la pulseada
Este demonio es cada vez más enorme y nos está sometiendo con su malicia sin fin. Está atacando a nuestros mayores tesoros -nuestros niños y adolescentes- que caen rendidos ante su aparente bienestar o escape, sin darse cuenta que es al mismo abismo hacia donde los conduce.
El narcotráfico se está saliendo con las suyas, está cumpliendo con sus cometidos, “esclavizar y recaudar” y cuenta con aliados infalibles para tales propósitos -la corrupción, la indiferencia, el egoísmo, la avaricia, el ensimismamiento- que lo hacen cada vez más poderoso e intocable.
Hacer el diagnóstico es relativamente sencillo, pero ¿qué debemos o podemos hacer para contrarrestar este flagelo? Aquí comienza lo complicado…
Respecto a combatir a los narcotraficantes, quizás no estamos capacitados para enfrentarlos directamente, más allá de denunciarlos en el caso de que sepamos o hayamos visto su accionar. Pero si podemos hacer mucho para luchar contra sus aliados, especialmente la indiferencia, el egoísmo, el ensimismamiento.
No pretendo ser el dueño de la verdad, pero estoy convencido que la educación y el amor son nuestras herramientas y medios fundamentales para acercarnos e involucrarnos con el otro, ese prójimo que pide a gritos nuestro auxilio y, al cual muchas veces ignoramos con o sin intención de hacerlo. La educación nos permite acercarnos, conocer, aprehender y el Amor es el condimento fundamental para empatizarnos y fundirnos con el prójimo.
No estoy hablando de sólo decir “Te Amo”. Estoy hablando del verdadero desafío de Amar; de estar dispuestos a acompañar, escuchar, abrazar, animar, ayudar, limitar, corregir, reír, llorar e incluso sufrir con el otro. Comenzando con nuestra familia y fundamentalmente con nuestros hijos y alumnos.
Un ser verdaderamente amado tiene infinitas ventajas para sobrellevar la adversidad; para decir NO a la tentación del falso bienestar que representa la DROGA. Un ser verdaderamente amado es capaz de AMAR; de MULTIPLICAR con creces el amor recibido; de ENTREGAR sin esperar; de PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO, para CRECER JUNTOS y seguir buscando la PAZ y FELICIDAD anheladas.
Animémonos a asumir el desafío de amar. Dios nos bendiga y proteja siempre…
Diego Eliseo Leonardo López

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